Sacar, poner, dejar. Cuero de Potro intervenido.

Libro de Artista. Pata digital. Obra realizada a pedido del Museo de Bellas Artes y del Museo Histórico de Tandil.
El cuero se saca (Lo hacemos casi todos... )
El cuero se pone (Lo hacen algunos, )
El cuero se deja. (Unos pocos, nomás.)
Intervención en un cuero de potro que termina siendo el que interviene en el autor. La Pata tangible contiene: Cuero de potro, avíos del croto, dibujitos, cuaderno de bitácora. La pata metafórica: Tiempo.

martes, 31 de enero de 2012

Puesto. En el Museo de Bellas Artes de Tandil.


Cuero mío y el del finado Potro. Puestos los dos contra la pared.

Dejar el Cuero


Peludo. Caminos de tierra entre G. Guido y el Puente de Navas, provincia de Buenos Aires, Argentina. 17 de Enero de 2012. (Serie "los que lo dejan contra su voluntad")

Dejar el cuero


Peludo. 17 de Enero 2012. Partido de General Guido, Provincia de Buenos Aires, Argentina.

Dejar el cuero


Los que lo dejan en el camino, contra su voluntad. Zorrino, Yagüané. Camino de la costa de la vía, entre las estaciones Monsalvo y Segurola, Partido de General Madariaga, Provincia de Buenos Aires, 17 de Enero 2012.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Entrega


Llegó la hora de dejar. Aquí queda, un pedacito de tiempo, campo, historia, relato, vida.

martes, 28 de septiembre de 2010

El Cuero madre y la madre cuero



Como el Andrés Basterra de Gabriel Celaya si de algo podemos hablar, mamá, es de cueros. Marta Cucullu de Díaz es, desde medio siglo atrás y más, encuadernadora. Por sus manos pasaron pergaminos y vaquetas, terciando en este libro etéreo que tal vez no pueda encuadernar o tal vez si, por que las maletas de lona que lo envuelvan deberían llevar sus bordados. Las manos de mi madre dijo Peteco y nos lo dijo a todos los hijos y a todas las madres. Ahí. Acá. En la biblioteca y en la vida. Martade. Gracias.

Las lecturas



Bitácoras. Ahi estan. Como los viejos mapas de los piratas, en las películas. De a pedacitos. Juntando datos. Luis Alberto Flores y una tinta a base de yerba y óxido, los libritos de los viajes, Benito Lynch y Mario jugándose la vida al potrillo roano. Y todo en un cuero que, aparentemente, solo era un compromiso del que tenía que salir del paso.
Lo primero, de que lado trabajabamos. Y empezamos del lado único, del de adentro.